12 meses, 12 resoluciones: Guía de la OIV de aplicación de los principios de la vitivinicultura sostenible

10 Dec 2024

La OIV ha hecho del desarrollo sostenible en el sector vitivinícola uno de sus principales objetivos. Este mes, en el marco del centenario de la OIV, repasamos la Resolución OIV-VITI 641-2020, “Guía de la OIV de aplicación de los principios de la vitivinicultura sostenible”.

Un tema recurrente en los trabajos de la OIV

 

El desarrollo sostenible del sector vitivinícola, un asunto prioritario para la OIV, ha marcado las decisiones de la Organización a lo largo de los años. Este enfoque se ha traducido en la publicación de varias normas, primero la Resolución CST 1/2003, con la definición de “sostenibilidad”, y posteriormente la Resolución OIV-CST 518-2016, en la que se profundiza en los aspectos medioambientales, sociales, económicos y culturales.

 

En 2020, la 18.a Asamblea General de la OIV dio un paso al frente y aprobó la Resolución OIV-VITI 641-2020, “Guía de la OIV de aplicación de los principios de la vitivinicultura sostenible”. Dirigida a personas o grupos productores de uvas, vinos, vinos especiales, aguardientes vitivinícolas, zumos de uva y néctares de uva, esta norma constituye una guía práctica que ayuda a adoptar y aplicar los principios de la sostenibilidad. 
La Guía de la OIV contiene:
•    una descripción general del proceso de gestión de la preparación y la aplicación de la estrategia de sostenibilidad por parte de una organización,
•    acciones recomendadas que una organización podría llevar a cabo para contribuir a la sostenibilidad,
•    herramientas de preparación y organización.

 

Reflexiones en torno a la sostenibilidad en la OIV

Hans Reiner Schultz, presidente del Grupo de expertos SUSTAIN  

 

El sector vitivinícola, un sector internacional que engloba una gran variedad de climas, condiciones de cultivo y producción, métodos de elaboración, tipos de envasado, canales de distribución y comercialización, y que en ciertas regiones tiene miles de años de historia, es un ejemplo de sostenibilidad no solo por su longevidad, sino también por la diversidad de retos, cuestiones específicas y ámbitos temáticos. 

 

En este sentido, el sector necesitaba y necesita una guía práctica para promover y aplicar los principios generales de la sostenibilidad. La OIV es la organización internacional que ofrece estas directrices.

 

El interés por la sostenibilidad ha aumentado considerablemente en el sector vitivinícola, impulsado por el interés de los consumidores, así como por los efectos de los fenómenos meteorológicos extremos, intensificados por el calentamiento global. Para construir un futuro sostenible, el sector vitivinícola debe organizar toda la cadena de valor de modo que contribuya a conservar y regenerar el medio natural y, al mismo tiempo, fomente los derechos humanos, la inclusión y la igualdad. Para lograr este objetivo, deben resolverse cinco cuestiones fundamentales, abordadas en diversas resoluciones de la OIV: 
1. Efectos del cambio climático y estrategias de adaptación 
2. Reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y creación de sumideros de carbono 
3. Insumos en el viñedo 
4. Envasado y logística 
5. Sostenibilidad social y económica 

 

La Guía de la OIV en la práctica: el sector vitivinícola chileno

Patricio Parra, experto de la delegación de Chile en el Grupo de expertos SUSTAIN de la OIV    

 

Sin duda, la Resolución OIV-VITI 641-2020 es una gran contribución de la OIV. En ella se ofrece una visión clara sobre la aplicación de los principios de la sostenibilidad en distintos organismos y países que no cuentan con programas específicos o que desean incorporar otros aspectos. Su valor estriba en que no es una mera descripción general de los problemas o requisitos, sino que además se ofrecen pautas de aplicación, recomendaciones prácticas y herramientas específicas. 

 

Este trabajo de la OIV está en plena consonancia con nuestra idea de sostenibilidad, puesto que no solo se tienen en cuenta sus tres dimensiones fundamentales e indivisibles (social, medioambiental y económica), sino también la dimensión cultural. El ejemplo más palpable de esta visión compartida con la OIV lo constituye el Código de Sustentabilidad del Sector Vitivinícola Chileno, en el que también se aborda la sostenibilidad de forma integral. También compartimos la visión sobre los efectos favorables de la colaboración entre organismos públicos y privados, el concepto dinámico de sostenibilidad, la necesidad de incorporar la innovación, y el reconocimiento de las diferencias regionales y nacionales.

 

La sostenibilidad en el sector vitivinícola plantea un reto mundial; debemos afrontarlo juntos y de manera coordinada. Este documento de la OIV responde a este objetivo estableciendo una hoja de ruta clara para el futuro y proporcionando una guía práctica para la aplicación de los principios fundamentales de la vitivinicultura sostenible en distintas regiones vitivinícolas. Se tienen en cuenta los aspectos medioambientales sin olvidar el valor compartido, la dimensión humana (productores, trabajadores, consumidores y comunidades) y la sostenibilidad económica.