La OIV proporciona a los países productores y consumidores de uva y vino información para desarrollar normativas, minimizar los obstáculos al comercio, promover la producción sostenible y proteger a los consumidores.
Los principales objetivos de la OIV son:
Indicar a sus países miembros las medidas que permitan tener en cuenta las preocupaciones de los productores, de los consumidores y de los otros actores del sector vitivinícola.
Asistir a las otras organizaciones internacionales, especialmente a aquellas que ejercen actividades normativas.
Contribuir a la armonización internacional de las prácticas y normas existentes, a fin de mejorar las condiciones de elaboración y comercialización de los productos vitivinícolas, tomando en cuenta los intereses de los consumidores.
Estos objetivos son llevados a cabo por cuatro comisiones y dos subcomisiones:
+500
Expertos
Profesionales independientes del sector que contribuyen a la investigación y las publicaciones
50
Estados miembros
Länder, die für den größten Teil der weltweiten Weinproduktion und des Weinkonsums verantwortlich sind
18
Observadores
Estados, organizaciones, regiones o territorios no miembros
87%
Producción Mundial de Vino
71%
Consumo mundial de vino
Normas para el sector vitivinícola
Creación de normas armonizadas y aceptadas internacionalmente para la producción de productos vitivinícolas
Investigación y publicaciones
La OIV colabora con una red internacional de expertos para contribuir a la innovación y a los avances del sector vitivinícola en determinados temas que se consideran de vanguardia en el sector
Bases de datos, estadísticas e información del sector
La OIV colabora con sus Estados miembros en la recopilación de datos y la elaboración de perspectivas estadísticas, así como en la elaboración de informes analíticos sobre temas específicos del sector vitivinícola
Educación y comunicación
La OIV ofrece becas de investigación, patrocinio, premios de literatura y un programa inmersivo de máster de gestión en el sector vitivinícola
- Historia y sede
La OIV fue creada en 1924 como Oficina Internacional del Vino para armonizar la situación vitivinícola mundial.
