Primera edición de Eurasia Wine and Spirits Competition en Georgia

12 Nov 2018

Organizado por la Unión de Enólogos de Georgia, con el apoyo de la Agencia Nacional del Vino de Georgia y la colaboración técnica de Poliproject Exhibitions (de Moldavia), este concurso realizado bajo el patrocinio de la OIV reunió 200 muestras de vino y bebidas espirituosas procedentes de doce países.

El ministro de Agricultura de Georgia, el Sr. Levan Davitashvili presentó, durante la inauguración, los esfuerzos de su país para desarrollar y modernizar el sector vitivinícola. Así, este concurso es una oportuna demostración de sus ambiciones en la materia. Efectivamente, estas quedan plasmadas en el eslogan "Georgia, país del vino".

El director general de la OIV, durante una entrevista con el ministro, recordó la contribución de la Organización a los esfuerzos de las autoridades georgianas, principalmente a través de la acogida, todos los años en su sede de París, de una presentación de vinos de dicho país, y también la acción iniciada en 2017 destinada a caracterizar los vinos blancos elaborados según el método tradicional en qvevri.

Además, Jean-Marie Aurand demostró su satisfacción por la presencia activa de los expertos de Georgia en los trabajos científicos de la Organización. Incluso, algunos de ellos han aceptado tomar responsabilidades en los grupos de expertos.

Una larga historia plurimilenaria

El sector vitivinícola cuenta con unas 600 empresas que producen más de 900 000 hL de vino, de las cuales aproximadamente un 50 % se exporta.

La producción de vino de Georgia se cimienta en una larga historia que ya cuenta con varios milenios a sus espaldas. Los primeros indicios del cultivo de la vid se remontan a 8000 años desde el presente y en Georgia una parte del vino se elabora aún según el método de vinificación tradicional (elaboración en qvevri, reconocido como Patrimonio de la UNESCO). Más de 500 variedades autóctonas, de las cuales una treintena se cultivan actualmente, dan como resultado vinos de marcada tipicidad. Las más conocidas son la saperavi para los vinos tintos, la rkatsiteli y la mtsvane para los blancos. Además, en el siglo XIX, los vinos georgianos eran "los vinos de la Corte de los zares".

Tras un periodo de estrategia puramente cuantitativa en la época soviética, la viticultura georgiana entró en un proceso de profunda reorientación cualitativa: nuevo marco legislativo que dio a la producción vitivinícola el carácter de prioridad nacional, valorización de los métodos ancestrales, modernización de los equipos, mejora cualitativa de los vinos, creación de denominaciones de origen, desarrollo del enoturismo y una estrategia de promoción internacional (apertura de nuevos mercados y presencia en los salones internacionales).

Esta profunda mutación ha sido acompañada por el gobierno de Georgia fundamentalmente a través de la Agencia Nacional del Vino.

El método tradicional en qvevri en el Château Zegaani.