RESOLUCIÓN OIV-VITI 652-2021

RECOMENDACIONES DE LA OIV EN MATERIA DE SELECCIÓN Y OBTENCIÓN DE VARIEDADES DE VID PARA SU ADAPTACIÓN A LOS EFECTOS DEL CAMBIO CLIMÁTICO

LA ASAMBLEA GENERAL,

A PROPUESTA de la Comisión I “Viticultura” y de los Grupos de expertos “Recursos Genéticos y Selección de la Vid” y “Desarrollo Sostenible y Cambio Climático”,

VISTO el artículo 2, párrafo 2 c) iii del Acuerdo del 3 de abril de 2001, por el que se crea la Organización Internacional de la Viña y el Vino, y habida cuenta del eje I del Plan Estratégico 2020-2024 de la OIV, relativo a “fomentar una vitivinicultura respetuosa con el medio ambiente” y a considerar y reaccionar de cara al reto del cambio climático,

CONSIDERANDO la Resolución OIV-VITI 5-1998, que recomienda el estudio de la sequía también desde el punto de vista del material vegetal,

CONSIDERANDO la Resolución OIV-VITI 01-2002, relativa a la preservación de la diversidad,

CONSIDERANDO la Resolución OIV-VITI 01-2003, relativa a la coordinación sobre los temas prioritarios en viticultura, en la que se declara que la biodiversidad y la diversidad genética tienen una importancia capital,

CONSIDERANDO las Resoluciones OIV-VITI 355-2009, relativa a la evaluación de las vides obtenidas por transformación genética, y OIV-VITI 424-2010, relativa a la conservación de los recursos genéticos de la vid,

CONSIDERANDO la Resolución OIV-VITI 517-2015, en la que se establecen las directrices para estudiar la variabilidad climática en la vitivinicultura en el contexto del cambio climático y su evolución,

CONSIDERANDO la Resolución OIV-CST 518-2016, relativa a los principios generales de la OIV para una vitivinicultura sostenible y, en especial, el principio n.° 2, “La vitivinicultura sostenible respeta el medio ambiente”, y las partes relativas a la preservación de la biodiversidad,

CONSIDERANDO las Resoluciones OIV-VITI 564A-2017, relativa al procedimiento de la OIV para la selección clonal de la vid, y OIV-VITI 564B-2019, relativa al procedimiento de la OIV para la recuperación y la conservación de la diversidad intravarietal y para la selección policlonal de variedades de vid con una gran variabilidad genética,

CONSIDERANDO la Resolución OIV-VITI 609-2019, relativa a la definición de un protocolo de identificación de variedades de vid,

RECONOCE QUE:

• en general, las variedades de vid y de portainjertos presentan diferentes capacidades de tolerancia y una adaptabilidad diferente a todo tipo de limitaciones climáticas y medioambientales.
• el desarrollo y la adaptación satisfactorios de la vid en determinados medios y el consecuente valor enológico de muchas variedades se produjeron a lo largo de un período de tiempo prolongado,
• el uso razonado de portainjertos y de variedades de vid ofrece el potencial para mejorar la adaptación a las condiciones climáticas (en particular, la disponibilidad del agua) exacerbadas por el cambio climático,
• en el futuro, las nuevas variedades de vid y de portainjertos o la elección adecuada del material vegetal de los bancos de germoplasma existentes mejor adaptados a las nuevas limitaciones deberían contribuir de forma notable a mejorar la sostenibilidad del sector,
• se debe alentar el fortalecimiento de la colaboración internacional de las instituciones científicas para facilitar la investigación en materia de selección y obtención de la vid, así como para garantizar la incorporación más rápida al sector de las innovaciones varietales más adaptadas al cambio climático, al tiempo que se reconocen y respetan los acuerdos internacionales en materia de intercambio de material genético,
• se hace necesario apoyar activamente el intercambio de información por lo que respecta a los procesos de selección y obtención de la vid y la armonización de los protocolos de ensayo de portainjertos y variedades de vid, para evaluar y comparar de forma eficaz su potencial agronómico y tecnológico para la adaptación al cambio climático en los diversos medios,
• en todo el mundo, los datos fiables de los sistemas de producción vitivinícola muestran claramente que el cambio climático afecta los rendimientos, la calidad y el valor de las uvas y los vinos desde hace muchos años, al tiempo que las proyecciones apuntan hacia un mayor impacto en las próximas décadas.

RECOMIENDA:

• recabar más información sobre la adaptación de las variedades disponibles y el potencial de biodiversidad del género Vitis en relación con el cambio climático y su respuesta frente a cambios en las condiciones de cultivo y otros problemas relacionados,
• coordinar los esfuerzos de la comunidad científica internacional para llevar adelante un nuevo estudio específico del material vegetal presente en las distintas zonas geográficas de origen del género Vitis,
• promover, poner en marcha y fomentar programas de preselección, selección y mejora basados en:
  1. la recuperación y la conservación de recursos genéticos vitícolas útiles para este fin;
  2. la explotación de los recientes híbridos obtenidos, incluidos portainjertos, como punto de partida para nuevos enfoques de selección y mejora genética;
  3. el uso de la diversidad y variabilidad genética y fenotípica de variedades de vid y portainjertos para dar respuesta a los problemas de adaptación a limitaciones ambientales y biológicas (estrés abiótico o biótico) exacerbadas por el cambio climático,
• luego de la consecución de los primeros resultados y de la obtención de nuevo germoplasma, coordinar iniciativas internacionales para facilitar el intercambio de recursos genéticos y la experimentación con materiales vegetales nuevos y existentes en distintos países y regiones; en particular, para permitir:
  1. la caracterización de las variedades tradicionales (antiguas) con el fin de promover el cultivo de aquellas mejor adaptadas a las limitaciones y a los factores de estrés relacionados con el cambio climático;
  2. la evaluación de las aptitudes de nuevas obtenciones en distintas regiones y en presencia de distintos factores climáticos y de estrés naturales y/o artificiales relacionados con las proyecciones del cambio climático;
  3. el desarrollo de una estrategia común y concertada, en materia del establecimiento de programas duraderos de selección y mejora (en particular, para los protocolos de ensayo), para el desarrollo de nuevo germoplasma que mejore la adaptación y resiliencia de los sistemas mundiales de producción vitivinícola frente al cambio climático.