y estuvo coordinado y organizado por VIMAC (Fundación Viña, Medio Ambiente y Consumidores) con la colaboración de la Asociación Vinícola Catalana; el Instituto del Cava; el Departamento de Agricultura, Ganadería, Pesca, Alimentación y Medio Natural de la Generalitat de Catalunya; el INCAVI (Instituto Catalán de la Viña y el Vino)y diversos patrocinadores y asociaciones patronales.
En representación de la OIV, el jefe de la unidad de Viticultura (Mario de la Fuente) presentó las acciones que lleva a cabo sobre la sostenibilidad vitivinícola dentro de sus diferentes comisiones y grupos de trabajo de expertos, fundamentalmente basados en 5 ejes: cambio climático, huella hídrica, reducción de pesticidas en viticultura y estandarización de LMRs, recomendaciones sobre el intercambio de material vegetal y definición de principios generales para una viticultura sostenible, basándose en aspectos medioambientales, sociales y económicos.
Las ponencias técnicas recalcaron algunos temas tan relevantes en sostenibilidad como la reducción del uso del cobre, aplicaciones de silicio en plantas y búsqueda de alternativas a los productos fitosanitarios en viñedo, empleo de materiales sostenibles y reciclables en el sector vitivinícola, métodos de cálculo e indicadores de sostenibilidad (ECOPROWINE Project) o la utilización de maquinaria agrícola basada en combustibles alternativos, como el biodiesel, biomasa o el hidrógeno. Asimismo, por parte de las administraciones se recordó el compromiso adquirido de reducción de gases de efecto invernadero para 2020 (Oficina del cambio climático de España; OECC) y se presentaron los avances de la nueva normativa UE sobre producción orgánica.
En un debate abierto, expertos en viticultura, medio ambiente y ecología participaron en este importante foro, donde se destacó que la sostenibilidad del viñedo se basa en la gestión razonable de la producción, el medio ambiente, el rendimiento económico y los aspectos sociales que atañen a los consumidores y al sector.
Dentro del importante reto de obtener un nuevo sistema productivo sostenible, es necesaria una implicación de todo el sector vitivinícola (productores, empresas, administraciones, etc.). En este sentido, el marco legal y las recomendaciones presentes y futuras deberán ser concretos, flexibles y globales para dar respuestas razonables al sector vitivinícola.
En definitiva, EcoSostenibleWine dejó patente que el sector vitivinícola puede asumir este reto y satisfacer así las necesidades del consumidor, el cual cada vez se muestra más preocupado por la sostenibilidad y todo lo que ello implica, demandando productos acordes a estos principios.