Estos debates, en los que participó el director general de la OIV, han puesto cara a cara a "grandes testigos" y galardonados de la Academia alrededor de tres mesas redondas: viticultura y enología, vino, ley y mercados, vino y cultura.
La idea de este debate, así como la del libro, era confrontar la visión prospectiva del mundo del vino de los galardonados con la de personalidades que lo han modelado hasta ahora.
Fundada en 1992 por Américo Amorim, presidente del grupo Amorim que es la primera empresa mundial de producción de corcho, la Academia tiene la misión de mejorar los conocimientos sobre el vino y apoyar la investigación en enología. Por este motivo, cada año otorga dos premios a jóvenes estudiantes de enología o jóvenes autores sociólogos y juristas del vino.
La Academia Amorim tiene estatuto de observador en la OIV.