Dos meses después de la reunión de la Asamblea General en la que Francia propuso a Dijon como futura sede para responder a las necesidades inmobiliarias de la OIV, la capital de la región de Borgoña-Franco Condado y el secretario de Estado del Ministerio de Europa y Asuntos Exteriores, Jean-Baptiste Lemoyne, invitaron a una delegación de Estados miembros a visitar las diferentes instalaciones que la ciudad ofrece a la Organización.
Un patrimonio excepcional: el Hotel Bouchu d’Esterno, un edificio histórico del siglo XVII situado en el corazón de la ciudad
Dijon propone también diferentes salas de reuniones, seminarios y congresos para las actividades de la Organización. Durante el día de la visita, el presidente de la OIV, Luigi Moio, resaltó la importancia del polo científico y de investigación de la ciudad, que crea un entorno favorable para la Organización Internacional de la Viña y el Vino. “Con la futura Cité Internationale de la Gastronomie et du Vin [Ciudad Internacional de la Gastronomía y del Vino] de Dijon, mostramos el compromiso de la ciudad a escala internacional”, resaltó el alcalde, François Rebsamen.
Un compromiso fuerte y continuo del Estado anfitrión
“El traslado de la sede de la OIV a Dijon y su instalación en el Hotel d’Esterno se corresponden con el posicionamiento de Francia en el marco del multilateralismo”, recordó el secretario de Estado Jean Baptiste Lemoyne, quien también destacó la tendencia actual de descentralizar las instituciones. “Brest es candidata para acoger la Organización Meteorológica Mundial y Lyon se prepara para recibir a la Academia de la OMS”, señaló.
Tras esta visita en la que los diplomáticos pudieron apreciar las características que Dijon ofrece a la OIV, los Estados miembros disponen ahora de un periodo de reflexión antes de tomar una decisión por consenso durante la reunión de la Asamblea General que se celebrará el próximo 25 de octubre en la misma ciudad.