Por primera vez, este certamen transfirió su sede a la ciudad de Focșani, en la región de Vrancea. Esta iniciativa, apreciada por los numerosos jurados internacionales, permitió descubrir una región vitícola importante y contribuir a la promoción de la imagen y la cultura de los vinos rumanos.
Jean-Claude Ruf, delegado oficial de la OIV en este concurso realizado bajo el patrocinio de la Organización, expresó su satisfacción por el crecimiento que ha experimentado el evento: este año ha convocado a aproximadamente 1500 vinos, un 30 % más que en la edición anterior. Con la participación de 36 países en esta ocasión, se confirma el éxito del concurso año tras año.