Principalmente sobre la base de variedades híbridas como Solaris, Hibernal o Maréchal Foch, la viticultura se desarrolla en la región de Zielona Góra y en el oeste del país, Breslavia al sudoeste, Cracovia al sur, la región de Subcarpacia y Kazimierz Dolny al sudeste. Además, el consumo también ha experimentado un aumento en estos últimos años: de 1,4 litros por habitante ha trepado a 2,4.
Tras recordar los objetivos y las misiones de la OIV, el Sr. Jean-Marie Aurand destacó el interés que reviste para Polonia poder integrar la gran familia de la Organización, tanto en calidad de país productor con condiciones climáticas específicas, como en calidad de nación consumidora que demuestra un interés cada vez mayor por la cultura del vino.
El embajador de Polonia señaló que establecería los contactos necesarios con el ministro de Agricultura polaco a fin de que se pueda concretar la posibilidad de una adhesión a la OIV a la brevedad.