S.E. el Sr. Regazzoni expresó su satisfacción por esta participación, que es testimonio de la renovación de la viticultura suiza, cuyos éxitos a nivel internacional permiten valorizar unos viñedos que conforman paisajes únicos, algunos de los cuales han sido reconocidos como Patrimonio de la Unesco, como las terrazas de Lavaux.
Con la confirmación del apoyo de su país a los trabajos de la OIV, el embajador de Suiza también recordó que esta Confederación es sede de una fiesta de los vinateros única en el mundo, que celebra en Vevey, cada 25 años, el trabajo de la viña y el vino. El Sr. Aurand indicó que esta fiesta también había acogido al Congreso de la OIV en 1955 y 1977 y expresó sus deseos de que esto pudiera repetirse en 2019, en ocasión de su próxima edición.