Bajo los auspicios de la OCDE (Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos), el taller organizado por el Foro de Organizaciones Internacionales (Foro de OI) durante los días 17 y 18 de junio en Ginebra propició la ocasión para la reflexión común entre representantes de gobiernos y organizaciones internacionales. El objetivo del taller era establecer principios para una mejor vigilancia y preparación frente a los riesgos críticos actuales e incipientes.
Para la OIV, en calidad de miembro del Foro de OI, la celebración del taller constituyó una excelente ocasión para participar en este intercambio sobre la gestión de las crisis y la anticipación a los riesgos críticos, como el impacto de la meteorología espacial, la amenaza de los drones en los espacios aéreos civiles, el uso de la biología como arma o las consecuencias del cambio climático.
Necesidad de crear un entendimiento global mediante la armonización y los espacios comunes
Sophie Pallas, directora de Relaciones Exteriores de la OIV, y Alejandro Fuentes Espinoza, jefe de la Unidad “Economía y Derecho” de la OIV, participaron en este evento, en el que se destacó la necesidad imperiosa de afrontar juntos los riesgos emergentes:
- Además de confirmar que los riesgos son cada vez mayores, este taller puso de relieve la necesidad de una mayor cooperación internacional. En este sentido, es preciso compartir información, crear nuevas herramientas para la evaluación de riesgos y desarrollar buenas prácticas y recomendaciones para gestionar las incertidumbres.
- Desde las enfermedades epidémicas hasta los fenómenos meteorológicos extremos, resulta apremiante alcanzar un mayor entendimiento global mediante la armonización y la creación de espacios comunes, empezando por definiciones conjuntas en materia de umbrales de riesgo y buenas prácticas para anticipar y gestionar los riesgos.
- La concienciación sobre los riesgos emergentes debe ampliarse entre el público en general, al tiempo que se fortalece la confianza hacia las organizaciones.
- La reflexión final giró en torno a la futura generación de instituciones; en cómo incluir a las generaciones más jóvenes y a los futuros ciudadanos, cómo fomentar una mayor participación en la toma de decisiones y cómo comunicar mejor y con mayor eficacia. En este sentido, la confianza será la clave para que nuestras organizaciones actúen de forma eficaz.
Por último, el taller ejemplificó los beneficios que supone la cooperación entre naciones y organizaciones internacionales, como aprender unos de otros para afrontar mejor los grandes retos.