Con el creciente interés en el sector vitícola por encontrar métodos de producción respetuosos del medioambiente, el nuevo Focus de la OIV sobre el viñedo ecológico mundial echa luz sobre la evolución de viticultura ecológica, una tendencia al alza desde fines del siglo XX. Este desarrollo puede explicarse en gran medida por los problemas sociales actuales, particularmente relacionados con la salud del consumidor y la protección del medioambiente.
Este informe estudia el desarrollo y la repartición de las superficies de viñedos ecológicos certificados que producen uvas de vinificación, uvas de mesa y uvas pasas, en el periodo que abarca desde 2005 hasta 2019.
Se ha observado un aumento de las superficies de viñedos ecológicos en todo el mundo, en combinación con una marcada tendencia a la certificación.
La tasa de conversión de los viñedos a la producción ecológica ha aumentado considerablemente desde comienzos del siglo XXI. A lo largo de todo el periodo analizado en este informe (2005–2019), la superficie del viñedo ecológico aumentó en una media del 13 % por año, mientras que la superficie del viñedo “no ecológico” disminuyó en una media anual del 0,4 % dentro del mismo lapso de tiempo. Uno de los factores que explican esta intensa tasa de crecimiento es el hecho de que la viticultura ecológica certificada es todavía un fenómeno reciente.
En 2019, un total de 63 países de todos los continentes aplicaron las técnicas de la viticultura ecológica y la superficie del viñedo ecológico certificado se estimó en 454 mha, lo que representa un 6,2 % de la superficie total del viñedo mundial.
España, Francia e Italia, en conjunto, representan el 75 % de los viñedos ecológicos en la distribución mundial total.
En términos de peso de los viñedos ecológicos como porcentaje de la superficie del viñedo total de cada país, la clasificación está encabezada por los países europeos. Italia destina el 15 % de sus viñedos a la viticultura ecológica, seguida por Francia (14 %) y Austria (14 %). El único país no europeo dentro de los diez primeros es México, con el 8 % de su viñedo certificado como ecológico.
Sin embargo, detrás de este crecimiento en los viñedos ecológicos en el mundo, existe un movimiento significativo tanto en dirección ascendente como descendente, debido a que la conversión de un viñedo en un cultivo ecológico es a menudo compleja y requiere una importante adaptación. Los fenómenos climáticos o los problemas organizacionales y/o estructurales pueden impulsar a que los productores abandonen su certificación en producción ecológica, lo que da como resultado una disminución en las superficies de viñedo ecológico.